Estas Musicalerías, quizás sean las más bonitas y entrañables de todas las que voy escribiendo, por todos los detalles, recuerdos y momentos especiales que desde su preparación hemos ido viviendo.
Queda muy poco que decir y contar de lo que fue la jornada, pero te llena de placer y satisfacción personal el poder ver que, al finalizar el día y hacer una reflexión resumen sobre todo lo realizado, ves que de verdad ha merecido la pena el trabajo y esfuerzo realizado por todos para que la jornada fuera un éxito en su organización y participación.
Lejos quedaba ya el día en el que contacté con Fermín Pardo en la Facultad de Geografía e Historia, allí estuvimos hablando sobre Alcublas, sus gentes, costumbres y ese cariño tan especial que le tenía a nuestro pueblo. Recordaba su primer viaje, la entrada de la casa de la tía Trinidad Martínez, su elegante manera de bailar, su amena conversación y toda una serie de recuerdos que se llevó guardados para su archivo sonoro.
No olvidaba el contarnos, que los fundadores de su aldea fueron tres Alcublanos que llegaron por aquellas tierras a principios del siglo XVIII.
Pero cuando aparecimos un sábado de primavera José Luis, Joan y yo por su aldea, para contarle el plan que tenía la Asociación Cultural sobre lo que era nuestra idea de recuperación del baile alcublano, él solamente quería saber si en Alcublas habría alguien que supiese tocar la guitarra y cantar a la manera que lo hacían las generaciones pasadas.
Siendo entonces cuando le contamos, que había un Grupo de Jotas el cual se juntaba esporádicamente y todos los veranos solían realizar una actuación en la semana de fiestas, intentando conservar y mantener lo que había, pero que la única persona que quizás mantuviese esa tradicional manera y forma de tocar y cantar, fuese Pepe Aragón.
Fermín nos dio y ofreció toda clase de facilidades, pero nos dijo que lo ideal y fundamental sería contactar y ensayar con Pepe Aragón. Es entonces cuando nos ponemos en contacto con Pepe y quedamos para una tarde, en la casa museo de Joan y María Antonia, para realizar el primer encuentro y ensayo para ver lo que se podía sacar en claro de todo aquello.
Aparece Pepe con sus guitarras y libreta de letras, los presentamos y sin más preámbulos se ponen manos a las guitarras…Aquello no es para contarlo, era para disfrutar viéndolo. Es entonces cuando me vienen los recuerdos, que siempre nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, lo comento esto por todo aquello que hemos podido conservar y aprender de nuestros mayores y por dejadez y otros motivos, lo hemos ido dejando y como la edad no perdona, se nos han ido marchando y se han llevado todo aquello que de transmisión oral nos podían haber dejado.
Afinan, templan, dialogan, tocan, cantan y Fermín nos comenta que eso es lo que quería encontrar, la raíz de esa forma, esa manera de interpretar; que en cada pueblo había distintas maneras de cantar, cada familia tenía la suya propia, pero que aquí en Alcublas había un algo muy bonito, esa manera y forma habría que intentar mantenerla, conservarla y ha ser posible mejorarla. Pepe Aragón le daba un aire peculiar, un estilo diferente, era aquello le faltaba y quería ver y oír, esas Seguidillas, Fandangos, tenían duende, embrujo.
El resultado de todos aquellos contactos, ensayos, viajes, intercambios, fue esa Primera jornada que disfrutamos para aprender un poco más sobre aquella Jota que antiguamente se solía bailar en cualquier rincón y fiesta de nuestro querido Alcublas.
También sirvió como un pequeño recuerdo, pero gran homenaje, a todos aquellos que mantuvieron viva la Jota en el siglo pasado, así como a quienes la mantienen viva hoy, cuando el Grupo de Jotas cumple Diez años de existencia. Allí no faltó de nada, mistela, las típicas pastas de la localidad, música, baile, cante…
Ver un sábado por la mañana la Casa de la Cultura con gentes del pueblo, pero sobre todo, de grupos de Jotas venidos de otras localidades, es para estar contentos y satisfechos del resultado obtenido. Gracias a todos los participantes, colaboradores, Ayuntamiento, Grupo de Jotas, festeros de La Polseguera, Asociación de Jubilados, Satelvex y socio/as de la Acla por hacer de esta jornada un día inolvidable para todos: ver el final de la comida de hermandad en La Seca , cómo se levantaron e improvisaron en el salón- comedor un baile de Jota, ya lo dice todo.
Hasta la próxima, que seguro no tardaremos tanto, alguna sorpresa os depararemos pues en estos momentos de pocos recursos, esas cabecitas algo os sacaréis de la manga, ánimo y que la Jota continúe en nuestro pueblo.
SerafínMartínez Marz A.C.L.A.